EL TESORO ESCONDIDO

“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que, al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.” (Mt 13:44 LBLA). La comparación que hace el Señor Jesucristo del reino de los cielos en este versículo nos muestra Varias características Del reino de Dios, de las cuales deseo resaltar dos: El reino de Dios es un tesoro El reino de Dios está escondido Desde un punto de vista terrenal o material, los tesoros están relacionados con bienes, valores, riquezas, dinero y cosas muy costosas como el oro, plata y piedras preciosas. La palabra tesoro en la Biblia, y específicamente en nuestro versículo base, viene de la palabra griega dsesaurós (G2344), y significa depósito, literalmente se puede traducir riqueza, y figurativamente se traduce tesoro. Entendiendo que el reino de Dios no es terrenal, sino espiritual, celestial y eterno, cuando se compara con un tesoro, la parábola nos enseña que el reino de los cielos es un conjunto de bienes, riquezas y tesoros espirituales, celestiales y eternos. Recordemos que la Escritura dice claramente que el reino de Dios no consiste en comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo… (Romano 14:17). Interesantemente dice la Escritura que el tesoro que representa al reino de Dios está escondido. Según su etimología, “escondido” viene de la palabra griega krúpto (G2928), y se puede traducir como cubrir, ocultar, mantener en secreto, hacer que algo sea invisible, hacer que algo no se conozca. Estas acepciones nos ayudan a entender que el reino de Dios, es un tesoro invisible, que ha permanecido oculto, no ha sido dado a conocer a todos, y que solo aquellos que han recibido la revelación por la gracia de Dios han podido encontrarlo. ¡Aleluya! Dice también la Palabra de Dios que el reino de Dios no viene con señales visibles (Lucas 17:20), entonces, podemos decir que el reino de Dios es invisible, o que no se puede ver con los ojos naturales. Esto nos deja ver que el reino de Dios está conformado por las cosas que no se ven y la Escritura dice que las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven (invisibles) son eternas (2 Corintios 4:18). ¿EN DÓNDE ESTÁ ESCONDIDO EL REINO DE DIOS? Aunque el reino de Dios es tan grande y poderoso, muchas veces se esconde en los lugares menos esperados. Humanamente hablando, para guardar cosas valiosas se utilizan lugares o cofres especiales, por ejemplo, ¿en dónde guardaría una mujer un collar de diamantes? no lo guardaría en cualquier parte o estuche, buscaría algo que sea digno del tesoro. Sin embargo, dice la Palabra del Señor “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder Sea de Dios y no de nosotros.” 2ª Corintios 4:7. Quiere decir que ese tesoro tan valioso, está Escondido en vasos de barro, depósitos sencillos y frágiles. Los vasos de barro somos nosotros, el barro representa nuestra debilidad, defectos e imperfecciones, fácilmente nos rompemos, pero a pesar de eso llevamos dentro de nosotros un gran tesoro: “El Poder de Dios” Una de las virtudes del poder de Dios es que se oculta o esconde, y uno de los lugares donde se esconde el tesoro llamado poder, es en la mano de Dios, la cual representa los cinco ministerios: “Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder.” Rv60 Habacuc 3:4. Quiere decir que el tesoro “Poder de Dios” se esconde en los ministros del Señor: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Otro de los grandes tesoros del reino de Dios, son los misterios. Por eso la Escritura dice: “…Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.” Mateo 11:25. La escritura nos enseña que cuando Jesús hablaba en parábolas, hablaba misterios, de tal manera que las parábolas que Jesús enseñó tienen escondidos muchos de los misterios del reino, por supuesto necesitamos revelación para entenderlas: “…Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.” Mateo 13:35 Rv60. El misterio (tesoro) más grande, es el Misterio de la Piedad: “Dios fue manifestado en carne” (1ª Timoteo 3:16). El tesoro más grande es Jesucristo, Dios mismo se escondió cuando tabernaculizó entre nosotros, cuando se metió en un vaso de barro, un cuerpo semejante al nuestro. Escondió su grandeza, hermosura, poder y gloria. Pasó inadvertido y solo aquellos a quien El Padre les reveló, supieron quién era Jesús. Considerando que leímos que el reino de Dios se compara a un tesoro escondido en el campo, hay una figura preciosa en la Biblia de un hombre que representa a Cristo, y este hombre es David. Asombrosamente, la Palabra nos enseña que David se escondió en el campo durante tres días y permaneció escondido hasta la tarde del tercer día: “Y David respondió a Jonatán: He aquí que mañana será nueva luna, y yo acostumbro sentarme con el rey a comer; mas tú dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día.” 1ª Samuel 20:5 Rv60. Esta Escritura nos habla de una manera figurada y profética acerca de Jesús, quien estaría oculto, escondido, en secreto tres días en las profundidades de la tierra, pero también nos enseña que en la tarde del tercer día resucitaría. Por eso dice un salmo mesiánico: “No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.” Salmo 139:15 Jesucristo se escondió en el campo (el mundo). Jesucristo es no solamente el representante del reino de Dios, también es el Rey de ese Reino glorioso. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARFAN